30 de noviembre de 2020
El entonces ministro de Justicia y Seguridad Pública Sergio Moro en una reunión con Jair Bolsonaro. Foto: Marcos Corrêa/PR

En una nota publicada este domingo (29), la consultora estadounidense Alvares & Marsal anunció la contratación de Sergio Moro para el cargo de gerente general del sector global de “Disputas e Investigaciones” de la empresa. Moro fue el magistrado responsable por el juicio de los procesos de Lava Jato y es ex ministro de Justicia y Seguridad Pública del gobierno de Jair Bolsonaro.

Alvarez & Marsal es actualmente la administradora judicial de OAS y Odebrecht, dos de las constructoras investigadas en Lava Jato.

Moro, que tuvo una actuación decisiva como juez de la operación hasta que fuera invitado a participar del gobierno Bolsonaro, ahora será gerente general en la consultora que intenta recuperar las pérdidas de las constructoras.

De acuerdo con la nota, Moro ingresa a la filial brasileña de la consultora a partir de diciembre, en la oficina de la empresa en São Paulo.

La contratación de Moro para trabajar en la representante de OAS y de Odebrecht en la operación Lava Jato añade un elemento adicional a la ya larga trayectoria de parcialidad y desvíos de conducta del ex juez.

Recuerda abajo algunos de los desvíos de Sergio Moro a lo largo de su carrera:

Caso Banestado
La Suprema Corte de Brasil ha anulado recientemente una sentencia proferida en 2013 por el ex juez Sergio en el caso del Banestado, un esquema de corrupción ocurrido en el Banco del Estado de Paraná durante la década de 1990. El colegiado ha considerado que hubo quiebra de imparcialidad por parte del ex juez.

Lava Jato
En 2014, Moro hizo parte de la operación Lava Jato, donde permaneció hasta noviembre de 2018. Él se retiró de la operación después de que Jair Bolsonaro venció las elecciones presidenciales de aquel año.

Durante su actuación en la operación, Moro manipuló los mecanismos de denuncia, puso escuchas en los teléfonos de los abogados, presentó una conducta parcial en favor de la fiscalía, usurpó las atribuciones de la Suprema Corte y autorizó arrestos coercitivos ilegales. Además, publicó filtraciones selectivas en momentos clave del escenario político brasileño.

El ex juez sistemáticamente violó el Código de Ética de la Magistratura e incluso la Constitución de Brasil, como fue mostrado por #VazaJato, una serie de reportajes publicados por The Intercept Brasil que desnudó los bastidores de la operación Lava Jato.

La preocupación de Moro era sacar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva de la carrera presidencial de 2018, lo que él logró al determinar su prisión poco antes de las elecciones, cuando Lula da Silva lideraba todas las encuestas de opinión.

La ilegalidad de la prisión del ex presidente fue denunciada por diversos juristas en Brasil y en el exterior en aquel momento, y Lula da Silva pasó a ser internacionalmente considerado un prisionero político.

Ministro de la Justicia
Tras la victoria de Jair Bolsonaro, Moro fue invitado a participar del nuevo gobierno.

Moro dejó su cargo de magistrado en noviembre de 2018 para ser el ministro de Justicia y Seguridad Pública de Bolsonaro, que hubiera tenido a Lula da Silva como su mayor adversario político durante las elecciones.

El entonces ministro permaneció en silencio delante de sucesivas actitudes antidemocráticas tomadas por el gobierno de Bolsonaro hasta abril de 2020, cuando renunció.

Con información de UOL, G1 y GGN | Revisado por Cristina Gomes.