4 de marzo de 2021
El entonces coordinador de la fuerza tarea de Lava Jato, Deltan Dallagnol. La operación fue desactivada al comienzo de febrero. Foto: Fabio Rodrigues Pozzebom / Agência Brasil

Nuevos mensajes revelaron anteayer en Brasil que los fiscales de la desactivada operación Lava jato retuvieron conversaciones interceptadas por temor a que pudieran favorecer a la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El portal Consultor Jurídico asegura que los diálogos que salieron a la luz confirmaron que los miembros del autodenominado “grupo de trabajo de la Lava jato” omitieron pláticas que involucraban a un testigo de cargo en el caso del inmueble tríplex de Guarujá.

Al ex mandatario se le acusa por la posesión de un apartamento tríplex en el área litoral de Guarujá, en el estado de Sao Paulo, supuestamente recibido a cambio de beneficiar a la empresa OAS. Los acusadores indican que el ex jefe de Estado recibió el inmueble como retribución por los contratos cerrados por la encargada con la compañía estatal petrolera Petrobras. Desde el comienzo del proceso, aún en primera instancia, el ex dirigente obrero ha rechazado los cargos, de los que no se presentó prueba alguna.

Conversación clave
La defensa alega que el apartamento no es suyo, no hay pruebas contra el ex gobernante, quien no cometió delitos antes, durante o después del mandato (2003-2011).

Según Consultor Jurídico, los fiscales temían que las conversaciones pudieran “encajar con la tesis de Lula de que no quería el apartamento”.

La conversación ocurrió el 13 de septiembre de 2016, un día antes de que la Fiscalía presentara la acusación contra el fundador del Partido de los Trabajadores por esta causa.

El fiscal Athayde Ribeiro Costa discutió con los otros miembros del “grupo de trabajo”, “especialmente Deltan (Dallagnol)”, entonces coordinador del grupo, si sería el caso de “utilizar este diálogo de Mariuza, objeto de interceptación”.

Mariuza Aparecida Marques era empleada de OAS y fue llamada por el Ministerio Público Federal como testigo de cargo en el proceso del expediente de Guarujá.

La ahora desmantelada operación judicial señaló a Mariuza como responsable del seguimiento de las obras. Apareció en una interceptación telefónica a lo largo de las investigaciones, pero los fiscales decidieron no incluir la información en la denuncia porque podría beneficiar a la defensa de Lula, quien con este juicio fue sacado de la carrera por la presidencia, que finalmente ganó el neofacista Jair Bolsonaro.

“Muchachos, sobre todo Deltan, tenemos que pensar bien si vamos a utilizar este diálogo de Mariuza, objeto de interceptación. La plática podría encajar con la tesis de Lula de que no quería el apartamento. Puede ser malo para nosotros”, declaró Athayde.

En una nueva petición enviada al Supremo Tribunal Federal, el equipo jurídico del ex presidente alerta sobre la ocultación del acto telefónico de Mariuza.

Además de la supresión de pruebas que podrían beneficiar al acusado, hay otra ilegalidad flagrante revelada por el diálogo: la interceptación de una persona investigada fue encubierta en los registros.

La Jornada